La escasez de semiconductores que está causando estragos en las industrias de todo el mundo podría durar hasta 2022 antes de que la oferta comience a satisfacer la demanda, aunque Apple podría evitar lo peor.
En gran parte debido a un aumento en la demanda de tecnología de consumo durante la pandemia del coronavirus y otros factores, la escasez global de chips está provocando el cierre de las plantas automotrices y que los fabricantes de teléfonos inteligentes reevalúen los planes de lanzamiento.
El proveedor de Apple Foxconn también culpó recientemente a la escasez de material y los retrasos en la cadena de suministro por beneficios menores a los esperadas. El 30 de marzo, el presidente de la compañía, Young Liu, dijo que la escasez continuará afectando sus operaciones hasta al menos el segundo trimestre de 2022.
La escasez, aunque afecta a la industria de la electrónica de consumo, está teniendo un impacto significativo en la industria automotriz.
Esta escasez podría incluir DRAM, Flash y otros chips que requieren capacidades de fabricación menos avanzadas que las CPU. Los chips que habilitan funciones específicas, como pagos sin contacto, pantallas táctiles y administración de energía de la batería, podrían correr un mayor riesgo.
En noviembre de 2020, un informe indicó que Apple estaba luchando por obtener un suministro de chips de gestión energética para el iPhone y otros dispositivos. La escasez de chips cruciales para los controladores OLED también podría afectar la producción de pantallas de iPhone.
Puede que Apple puede no sufrir lo peor de la escasez. De hecho, algunos analistas creen que el impacto de la situación para los dispositivos Android podría ser una bendición. Qualcomm está luchando por producir los chips utilizados en los teléfonos inteligentes Android. La escasez podría permitir a Apple renegociar contratos y obtener mejores precios de los componentes.
Los proveedores de chips están aumentando la producción en un esfuerzo por satisfacer la demanda. TSMC, un socio clave de Apple, dijo en abril que podría invertir 100 mil millones de dólares durante los próximos tres años para expandir su capacidad de fabricación.
Además del auge del uso de la tecnología en la pandemia, hay otros factores clave. El lanzamiento de nuevos productos de tecnología y el lanzamiento del 5G, que requieren chips más avanzados, también han agotado los suministros. La industria automotriz se está viendo particularmente afectada porque los fabricantes de chips cambiaron sus procesos a procesadores de consumo cuando la demanda de automóviles nuevos se desplomó.
Aunque es posible que el fin de la escasez de chips no llegue hasta 2022, las empresas y los gobiernos están intensificando sus esfuerzos para mitigar posibles problemas futuros. En febrero, el presidente Joe Biden señaló un esfuerzo para impulsar la fabricación de semiconductores en Estados Unidos y fortalecer la cadena de suministro internacional.
Fuente original - Mike Peterson para Apple Insider
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