Las ventas del nuevo reloj de Apple han caído un 90% desde que se pusieron a la venta, de acuerdo con un nuevo informe de investigación de mercado.
Según los datos, las ventas son de menos de 20.000 relojes al día en los EE.UU., desde abril, y algunos días menos de 10.000 unidades, según datos de Slice Intelligence de Palo Alto, California.
Esta es una fuerte caída desde el 10 de abril en que se lanzó el producto, cuando Apple vendió cerca de 1,5 millones de relojes, en un promedio de de 200.000 al día, según estimaciones.
Además, dos tercios de los relojes vendidos hasta la fecha han sido de la versión más baja "Sport", con un precio inicial de 349 dólares, en lugar de los modelos más caros.
Tampoco el modelo de lujo está teniendo unas ventas espectaculares, según las estimaciones del estudio, con menos de 2.000 ventas en EE.UU del modelo que llega a los 10.000 dólares.
El estudio está basado en los recibos electrónicos enviados a millones de direcciones email después de las compras, por encargo de algunas compañías de ventas de productos de consumo y del Fortune 500.
Hasta el momento, Apple no ha desvelado la cifras reales de venta y no se pueden contrastar con las estimaciones de este estudio.
Pero esta caída en las ventas, si se confirma, no obstante, sería muy importante, ya que la apuesta de Apple por incrementar ingresos se ha confiado a este nuevo producto y al nuevo servicio iTunes.
El reloj de Apple es el primer producto completamente nuevo que la compañía ha creado y puesto en marcha desde la muerte de su fundador, Steve Jobs, en 2011.
Los inversores están acostumbrados al éxito de los productos de Apple, que se venden por millones desde su lanzamiento y un producto que no alcance las expectativas, podría dar una mala imagen a esta nueva etapa sin Steve Jobs al mando.
Además es la primera apuesta en dispositivos wearables, que se supone va a ser una importante parte de los ingresos de las compañías tecnológicas de consumo.
Si las ventas no son las estimadas podría suponer que la estrategia de múltiples dispositivos wearables, no está todavía madura o no va a cubrir las expectativas de ventas a medio plazo.
Una vez que todo el mundo tiene un teléfono inteligente, se supone que querrá conseguir un reloj inteligente, seguido de gafas inteligentes, y así sucesivamente. O, al menos, así es la teoría.
Esperemos que Apple nos desvele la realidad de las cifras de ventas el próximo 21 de julio, para salir de dudas.